Son los momentos de la ingenuidad, de las utopías, de los tiempos sin tiempos, de correr y jugar sin temores. De las heridas en el cuerpo, y rara vez en el alma. De trepar árboles, de caminar descalzos, de observar bichitos, y de crear.
Sin embargo, estos dos últimos días han sido de un recuerdo tremendamente triste. Ha venido sin llamarlo, porq nadie querría volver a recordarlo.
Viene en sueños, o más bien en pesadillas. Me ha hecho gritar en sueños y en mi realidad. Pero son gritos mudos, porq no puedo emitir sonido.
Me quedo paralizada y sólo lloro. En el sueño-recuerdo y al despertar.
Lo siento cómo "acomoda" su cuerpo y sus manos en mi... y yo sólo lloro.
Me encojo y mi cuerpo se pone en posición fetal... cierro los ojos. Rezo para que todo pase rápido.
Nadie me escucha.
Le grito a mi madre que venga a ayudarme y no me oye. No sé donde está. Y lloro. No puedo, ni sé, defenderme.
Aún no sé.
No veo su rostro...sólo veo sus manos. Sus asquerosas manos en mi, y cómo me acerca.
Tengo tanta pena. Necesito un abrazo, poder llorar y rezar tranquila.
Ya no tengo con quien compartir ésto. La única persona q logró que le mencionara , ya no sé dónde está. No sé si a él le interese saberlo. Tengo miedo de preguntarle.
Y no quiero volver a contarlo a alguien más... no con detalles, salvo este desahogo q sé q ya nadie lee.
Por eso escribo acá, para vomitar esta asquerosidad, sin tener q volver a recordarlo con nadie más.
Sin embargo, estos dos últimos días han sido de un recuerdo tremendamente triste. Ha venido sin llamarlo, porq nadie querría volver a recordarlo.
Viene en sueños, o más bien en pesadillas. Me ha hecho gritar en sueños y en mi realidad. Pero son gritos mudos, porq no puedo emitir sonido.
Me quedo paralizada y sólo lloro. En el sueño-recuerdo y al despertar.
Lo siento cómo "acomoda" su cuerpo y sus manos en mi... y yo sólo lloro.
Me encojo y mi cuerpo se pone en posición fetal... cierro los ojos. Rezo para que todo pase rápido.
Nadie me escucha.
Le grito a mi madre que venga a ayudarme y no me oye. No sé donde está. Y lloro. No puedo, ni sé, defenderme.
Aún no sé.
No veo su rostro...sólo veo sus manos. Sus asquerosas manos en mi, y cómo me acerca.
Tengo tanta pena. Necesito un abrazo, poder llorar y rezar tranquila.
Ya no tengo con quien compartir ésto. La única persona q logró que le mencionara , ya no sé dónde está. No sé si a él le interese saberlo. Tengo miedo de preguntarle.
Y no quiero volver a contarlo a alguien más... no con detalles, salvo este desahogo q sé q ya nadie lee.
Por eso escribo acá, para vomitar esta asquerosidad, sin tener q volver a recordarlo con nadie más.